7 dic 2018

MANTECADOS DE ACEITE DE OLIVA VIRGEN EXTRA Y CANELA (AGUSTÍN Fornós)


Detrás de este aceite, que se ha utilizado para estos mantecados, hay una historia muy bonita.

Agustín Fornós tiene parte de su producción en el pueblo de Trasmoz, en las faldas del Moncayo.
Y la variedad Farga, viene de los olivos milenarios, que están en GAndesa, lindando con Aragón, cerca de un poblado íbero.
Son olivos milenarios, plantados por los fenicios, pero que después de los romanos, según Agustín Fornós, el cultivo del olivo quedó en desuso, y fueron los templarios quienes le dieron otra vez uso, le dieron vida a estos olivos.
La variedad farga es un tipo de aceite especial, de los olivos más antiguos de España, y es el aceite que más estabilidad tiene, que más difícilmente se enraiza.
Es un aceite dulce, delicado, frutado, sin notas amargas.
Es todo un lujo tomar un producto que tiene tanta historia, tanto vivido. Casi diría que estamos tomando algo que viene de un monumento del reino vegetal. 
Y en reconocimiento a los templarios, se le puso como Marca reconocida, Templarius.
Con él hice estos mantecados con AOVE y canela

Ingredientes:

  • 300 gramos de harina de trigo
  • 100 gramos de azúcar
  • 1 cucharadita de canela molida
  • ralladura de naranja
  • Un poco de sal
  • 120 g de aceite de oliva de la variedad Farga, en este caso. Pero puedes utilizar uno suave, como hojiblanca.
  • Una cucharada de almendra tostada y molida
  • Semillas de sésamo para espolvorear.


Preparación:
  1. Antes de hacer los mantecadis, echa la harina extendida en la placa del hihor, y mete a 60-80 grados durante una hora, calor arriba y abajo, removiendo de vez en cuando.
  2.  Pica las almendras
  3. En un cuenco grande echa la harina y el azúcar, y mezcla con la canela, la ralladura de naranja.

Reconocimiento flos olei 2016, como uno de los mejores aceites del mundo.

  1. Añade el aceite y la sal y mezcla de nuevo y aprieta la masa.
  2. Forma una bola y deja en el frigorífico unas horas, para que coja sabor.
  3. Precalienta el horno a 180º y prepara la masa.
  4. EStira sobre una superficie enharinada, corta con el molde a tu gusto y deja sobre una bandeja de horno y papel de horno. 
  5. Pinta con huevo batido y añade las semillas de sésamo.
  6. Mete en el horno y enciende la parte de arriba unos 5 a 7 minutos, hasta que empiece a tostarse.
  7. Saca y deja enfriar del todo, porque salen blanditos.






PASTA DE MORINGA CON AOVE DE GUINDILLAS (Agustín Fornos)

Esta mañana me pasé por  la Feria Sabor a Málaga que se celebra en el Paseo del Parque de Málaga, hasta el 9 de diciembre, y fue ver esta marca de pasta, y pensar en el aceite de guindillas de Agustín Fornós. Un aceite arbequina con guindillas, cayena, pimientas blanca y negra, romero y laurel.
Una linda unión entre dos productos de calidad, que harán las delicias de los paladares más exigentes.


Ingredientes:
  • Pasta Spiga Negra, 
  • Tomates, de cualquier variedad, en este caso, cherry.
  • Calabacín
  • Sal
  • Aceite de oliva virgen extra, variedad arbequina, en este caso, de Agustín Fornós, con guindillas.
  • ajos

Preparación:

  1. En una olla grande hervir el agua con sal y un chorreoncito de aceite,
  2. Una vez que el agua empieza a hervir, echar la pasta y en este caso, dejar 4 minutos (según diga el envase).
  3. Sacar y escurrir.
  4. Asar ligeramente los tomates troceados y el calabacín, con un poco de sal y pimienta (al gusto), y añadir a la pasta.
  5. Tostar unos ajos en láminas y añadir también a la pasta. Remover.
  6. Regar generosamente con el aceite.




Pasta Ecológica Spiga Negra.  (Humilladero. Málaga)

Pasta Tagliatelle Ecológica con Moringa
La Moringa es un arbusto de la India con altas propiedades nutricionales, que se está cultivando en Málaga  con muy buena calidad, por sus condiciones climáticas.
aporta fibra y vitaminas, proteínas y minerales,  y apropiadas para deportistas, mujeres lactantes, para todas las edades.
la manera en que se fabrican, hace que conserven las propiedades de la moringa

Aceite de Oliva Virgen Extra, con guindillas. Agustín Fornós.
Un aceite 100% arbequina, macerado con guindillas, laurel, pimientas, cayena, laurel y romero.
Las guindillas son de cosecha propia, el romero es silvestre. Un valor añadido de calidad. 
Es equilibrado, pero tiene ese toque picante que le va muy bien a los platos. Potencia los sabores, pero no los enmascara. 

Este aceite, junto a una variedad amplia de aceites de Oliva Virgen Extra de España y de fuera de nuestras fronteras, estará presente en la Fiesta POP2018 (Primum Oleum Premium)  de Marbella Alls Stars, un evento de Alta Gastronomía, donde se dan cita los mejores AOVES premium del mundo. 
En el Hotel Don Carlos Leisure Resort, los días 10 y 11 de diciembre. 


5 dic 2018

POSTRE DE NARANJAS CON AOVE AGUSTÍN FORNÓS

Cuando llegó a mis manos estos aceites de Zaragoza, no pude más que buscar a ver quiénes eran, de dónde, y qué tipo de aceites tenían. 
Es cierto que nunca había probado los aceites de esa zona, y menos de la variedad Farga, que no sabía ni que existía esa variedad de aceituna.
Ya, ya sé que mi ignorancia es mucha, pero para eso está la información que se facilita por internet, para investigar. Y sorprendida por descubrir que esta variedad pertenece a los frutos de olivos centenarios, casi milenarios; es más, se habla de un olivo en Ulldecona (Tarragona), plantado allá por el año 314, más de 1700 años. Curioso, ¿no?

Embobada con tantas botellas, una de un color y tamaño, otras con aromas, otra con guindilla...
Trabajo el que tenía por delante para catarlos todos;  ¿con cuál empiezo?
Casi simultáneamente, hice un bizcocho con arbequina, unos bombones con el aceite también arbequina premium, el primero de esta cosecha; unas naranjas, unos mantecados....
Tranqui.... todos a la vez, no. 
Vamos primero con éste, arbequina premium. 
Un aceite que combina muy bien con muchos alimentos, pero sobre todo con platos en crudo (verduras, ensaladas, frutas, pasta), muy aromático, pero no demasiado potente, persistente pero agradable al paladar, casi dulce al tomarlo en boca, con notas a vegetales verdes.
De todos los platos me decanté finalmente por estas naranjas. Una naranja fresca, a la que le iría muy bien un aceite de estas características. Y así fue, resultó deliciosa.
Este plato lo comíamos mucho en casa con mis padres, unas naranjas, azúcar, canela y el chorreoncito de AOVE, y para los mayores, sus gotitas de cointreau.
Receta típica de Jaén. ¡Más sencilla y sabrosa, imposible!

Ingredientes:

  • 2 naranjas de comer o de mesa
  • Una naranja de zumo
  • Una cucharada de azúcar 
  • una cucharadita de canela
  • Un chorreoncito de AOVE (Aceite de Oliva Virgen Extra) al gusto
  • Y su poquito de cointreau, para mayores de edad (opcional)

Preparación:

  1. Pela las naranjas quitando bien la parte blanca y corta en rodajas no demasiado gruesas
  2. Exprime el zumo de la otra naranja, y en un cuenco echa también el azúcar y la canela. Reserva un poco para echar por encima. (en este punto, si es para mayores de 18 años, puedes añadir el cointreau).
  3. Echa por encima de las naranjas
  4. Deja en el frigorífico un buen rato, que estén fresquitas.
  5. Antes de servir, riega finalmente con el AOVE.
  6. ¡Y ya está! a disfrutarlo.
Lo mejor de estos aceites, fue la historia que leí sobre su origen.
La familia de Agustín Fornós, tiene olivos desde hace varias generaciones, y su vida estaba muy relacionada con los olivos, aunque no se dedicaran a vivir de ellos.
Pero tras la muerte del cabeza de familia, Agustín comienza a plantar olivos,  y a hacer aceite para sus amigos y familiares. 
Como tantas otras familias, tras la crisis y una prejubilación, se dedica más al campo y le presta más atención a esos olivos familiares, que tan buen aceite dan. 
Y comienza así la aventura de crear una marca, un nombre, el suyo y "Templarios" en reconocimiento a esos olivos centenarios, y comienzan a vender a amigos y conocidos, ampliándose cada vez más a los mercados.
Es una empresa muy joven, pero sus aceites ya han obtenido reconocimientos importantes, y algunos de sus productos se pueden encontrar en el Corte Inglés.
Le dan mucha importancia a la calidad más que a la cantidad. 
Una de las cosas que hacen diferente a esta empresa, es que producen aceites macerados con guindillas de su propia huerta, de orégano y romero y guindillas (se ven a través de la botella), y otros aromatizados con jengibre, mandarina e hinojo y alcachofa.


Pues todos estos aceites, de Agustín Fornós, estarán presentes en el evento Marbella All Stars, la Fiesta de los Aceites Premium de Oliva virgen Extra, donde participarán mas de 50 almazaras y se podrán conocer y disfrutar los mejores AOVES de España y parte del extranjero, el próximo 11 de diciembr

20 nov 2018

MOUSSE DE YOGUR AROMATIZADO CON CORAZÓN DE AOVE (Verde ESmeralda)


Cuando llegó a mis manos este aceite de oliva virgen extra, de la variedad picual, expresamente desde mi tierra querida, Jaén, creedme que me emocioné. No solo por el diseño de la botella, sino por el color, lo primero, y luego el aroma que desprendía al abrir la botella. A todo esto se unió el color, que impresiona. 

Como reza en la botella VERDE ESMERALDA PREMIUM es un aceite de oliva virgen extra,  100% picual, extraído los primeros días de cosecha, con todo el cuidado y esmero que requieren estas primeras aceitunas. De noche, para que no sufra ningún cambio, cuando las temperaturas, cálidas del mes de octubre, pueden afectarle. En pocas horas, desde su recogida hasta la almazara, y a mano, para que no se dañen con ningún agente externo. 
Todo esto da un aceite de gran calidad, con un aroma a hierba fresca recién cortada, a tomatera y a manzana y aceitunas verdes.
Este aceite, junto a otros de España y de fuera de España, estará presente en la II Edición de la Fiesta POP 2018 en el Hotel Don Carlos de Marbella, el próximo 11 de diciembre (Marbella All Stars). 
Los mejores  AOVES tempranos de esta temporada.
¿qué se puede hacer con él? Tomarlo en crudo es la mejor opción, porque estos aceites son delicados y no pueden estar expuestos a altas temperaturas.
Y de todo el abanico que se me presentaba, al final, me decidí por este postre.

Ingredientes:
  • 1 yogur griego natural sin azúcar
  • 80 ml de nata 
  • 25 g de azúcar
  • una cucharada de AOVE Verde Esmeralda en este caso
  • 1  hoja de gelatina
  • Para la gelatina de AOVE
  • 50 g de AOVE
  • 35 g de azúcar
  • 25 g de agua
  • 5 g de glucosa líquida
  • 1 hoja y media de gelatina
Preparación:
  • El día anterior preparas la gelatina.
  • Las hojas de gelatina las pones a hidratar en agua fría durante 5 minutos.
  • En un cazo calienta la glucosa, el azúcar y el agua, y con cuidado añades el AOVe y mezclas bien.
  • Después la gelatina y remueves y rellenas los moldes que vayas a utilizar para rellenar el dulce. 
  • También puedes rellenar moldes más pequeños, y hacer gominolas con estos moldes.
  • Deja enfriar unas horas, o la noche entera.
  • Ahora pasas a hacer la mousse, que también es muy sencillo.
  • Pones la gelatina a hidratar en agua fría, y mientras bates el yogur griego.
  • Montas la nata un poco (semimontada) con el azúcar, pero antes retiras una poca cantidad, que calentarás para disolver la gelatina.
  • Mezcla todo junto, y añades el AOVE.
  • Rellena  los moldes y mete dentro la gelatina que habrás desmoldado. Termina de rellenar el molde, y en la parte de arriba pon una galleta, en este caso.
  • Congela un día entero.
  • Al día siguiente desmolda, y aún congelado cubre con una cobertura de chocolate espejo que podrás ver en mi blog, pinchando en el nombre te enlaza a la receta. Ya a tu elección si lo coloreas o no. 


Otra opción:
UNA PANACOTA DE YOGUR GRIEGO CON AOVE. En este caso la gelatina va en la parte de arriba.



Otra opción más, original de
Es el yogur con AoVE, el origen de este postre.



12 nov 2018

ENSALADA DE PATATAS Y JUDÍAS VERDES

Una de las recetas más utilizadas en mi familia, mi madre las hacía muy a menudo, quizá por la sencillez del plato, o por lo rápido que se elabora. Pero también por la cantidad de propiedades beneficiosas para la salud, y porque está bien rica.

Como primer plato, como entrante o como guarnición con carnes o pescado. Ideal para cenas.
Siempre he escuchado hablar de las judías verdes como habicholillas. 

Las habichuelas eran las blancas, las del potage.
Ingredientes:
  • 250 g. De judías verdes. 
  • 4 patatas, unos 300 g. 
  • 2 huevos
  • 1 tomate
  • un trocito de cebolleta (poca cantidad, me gusta que le dé un toque, pero no sepa demasiado)
  • 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • Sal y pimienta (opcional)
  • Unas gotas de vinagre
  • 1 lata de atún (opcional)
Preparación:
  1. Cuece en abundante agua salada, las patatas sin pelar, y las judías verdes ya limpias y cortadas. Echa la verdura cuando el agua empiece a hervir, así se conserva mejor el color de la verdura.
  2. Cuece los huevos en agua con sal, pero desde el primer momento que echas el agua, para que la cáscara no se rompa. En el momento que el agua rompa a hervir, deja diez minutos. Luego pasa por agua fría. 
  3. Una vez cocidas, deja enfriar y reserva. Pela las patatas y trocéalas.
  4. En una ensaladera echa las patatas troceadas, las judías verdes, un tomate pelado y troceado sin semillas, los huevos cocidos y troceados, un poco de cebolla o cebolleta rallada, y el atún. 
  5. Sala y vierte el aceite de oliva y el poquito de vinagre. 
propiedades de las judías verdes
Entre otras, 
  • Poca cantidad de grasas y calorías.
  • Ricas en folatos, buenos para mujeres embarazadas
  • Gran fuente de fibra y minerales.
  • Ayuda a rebajar los niveles de colesterol
  • Antioxidantes, 
  • Alimento depurativo y diurético, adecuado para acabar con la retención de líquidos.

4 nov 2018

CHAMPIÑONES SALTEADOS, receta fácil

Ingredientes:

  • Una bandeja de champiñones laminados, o 200 gramos de champiñones enteros.
  • Limón
  • 4 dientes de ajo
  • Un puñado de perejil fresco
  • Una cucharada de Aceite de Oliva Virgen Extra
  • Un poco de sal
  • Una cucharada de vino blanco


Preparación:

  1. Lava bien los champiñones, y en una fuente honda con limón y agua, deja un rato que blanqueen.
  2. Dora los ajos troceados en el aceite en una sartén, con cuidado de que no se quemen
  3. Echa los champiñones laminados y a fuego medio, tapa y deja hacer unos 5 minutos, añade el perejil picado y la sal y el vino blanco,
  4. deja hacer unos minutos más y sirve.


29 oct 2018

ENSALADA DE CANÓNIGOS Y MANZANA

Las ensaladas, en invierno y verano, son una buena entrada o acompañamiento, o incluso para una cena, con un filete de pescado o carne. O solas, que a mí me gusta cenar ligero. 
Ingredientes para cuatro personas:
  • 250 g. de canónigos
  • una manzana
  • un puñado de nueces
  • una cucharadita de vinagre de Módena
  • una cucharada de AOVE
  • un poco de sal
  • Una cucharadita de miel
  • Un poco de granos de  granada (opcional)
  • También puedes echar un poco de semillas de amapola.

Preparación:
  1.  Trocea la manzana a cuadrados y rocía con un poco de limón para que no se ponga negra.
  2. Prepara en un vasito el vinagre balsámico, con el aceite, la miel y un poco de sal. Remueve. 
  3. Lava y escurre bien los canónigos.
  4. En una bandeja pon los canónigos, la manzana troceada, y las nueves y riega con la mezcla anterior, remueve y decora, a tu gusto, con pipas o con semillas de la granada, que ahora están en su momento óptimo.
  5. Puedes añadir también las semillas de amapola
Más fácil, imposible.

Los canónigos fortalecen los huevos, son más nutritivos que la lechuga, y tienen bastante ácido fólico, buenos para prevenir o tratar la anemia, y para la salud ocular. Fortalecen el sistema inmunológico. Tienen fibra y muchas vitaminas.
La manzana tiene vitamina C, son antioxidantes y estimula el hígado y los riñones. Tienen bastante fibra, y reduce los niveles de colesterol y azúcar en la sangre. Combate el insomnio y controla el ácido úrico.
Las nueces son antioxidantes, siete nueces al día, reduce el riesgo de padecer problemas cardiovasculares, la diabetes.
Aportan Omega 3.
Puedes echarle también semillas de amapola, que son ricas en nutrientes esenciales y ácido Omega 3 y 6, que cuida nuestra salud cardiovascular y refuerzan nuestras defensas.
Puedes acompañar de un filete de atún o pez espada, o filete de pollo o pavo.


17 jul 2018

HELADO O POLO CREMOSO "MÚSICA DE LA HABANA"

Lo creé el año pasado, cierto es. Pero lo que pasa, que hago la foto y no tengo tiempo y al final no recuerdo cómo lo hice.
Gustó tanto que este año lo he repetido. Quizá no sea exactamente como la primera vez, nunca lo es, pero delicioso está, eso sí.
El año pasado me salió más clarito, puede que le echara menos cacao. Pero eso ya es cuestión de ir probando, a gusto de quien lo hace o a quienes vaya destinado.
El nombre no es mío. Pregunté por internet, por facebook y de 19 propuestas se eligió una al azar, y salió ese nombre, que además me gusta. Todos tenían su "aquel".
Así es que, oficialmente, ha nacido este año.
Como base un helado de vainilla, un poquito de aquí, otro poquito de allá..., y cada uno que lo haga como más le guste, subiendo o bajando la cantidad de los demás ingredientes.
Ésta es mi receta. Hice poca cantidad para probar.
Ingredientes:

HELADO DE VAINILLA.
  • 250 ml de leche
  • 130 ml de nata para montar
  • 3 yemas de huevo
  • 50 g de azúcar y 50 g. de sirope de arce ( se puede utilizar otro sirope, como ágave). También puedes echar 100 g de azúcar, o todo de sirope. O puedes utilizar miel, aunque cambiaría algo el sabor. O si tienes azúcar invertido, también, unos 20 g de azúcar invertida y 80 de azúcar en grano.
  • media vaina de vainilla o media cucharadita de concentrado de vainilla, también puedes utilizar una cucharadita de azúcar vanillado.
Demás ingredientes:
  • Una cucharadita rasa de cacao en polvo
  • Media cucharadita de nescafé soluble (más bien escaso, que le dé ese toque, pero que no sobresalga de los demás).
  • Medio plátano maduro.
  • Una pizca de sal
Preparación:
  1. Corta la vaina de vainilla por la mitad, a lo largo, y raspa las semillas que hay dentro.
  2. En un cazo pones la leche (aparta una poca para batir el plátano y reserva) con la nata y las semilla de la vainilla, y un poco de sal. La sal reforzará los sabores.
  3. Pon a cocer a fuego medio alto, y cuando rompa a hervir, baja el fuego y ponlo unos minutos para que vaya cogiendo el sabor.
  4. Bate las yemas con el azúcar o con los demás edulcorantes y con el fuego bajo, añade y ve removiendo para que no se corte y hasta que veas que se ha formado algo parecido a unas natillas. 
  5. Deja enfriar.
  6. Una vez tibio, puedes añadir el cacao, el nescafé y el plátano batido con un poco de la leche.
  7. Si tienes una heladera, hazlo ahí.
  8. Si no, deja en el congelador y remueve de vez en cuando con un tenedor (yo lo hice sin heladera y removí dos o tres veces, cada hora aproximadamente)
  9. Si lo echas en moldes de polos, no tienes que remover. Directamente, cuando está hecho, los rellenas y los metes en el congelador. Si son moldes de los que tienen palos, espera que enfríen un poco para meter el palo y que no se vuelque.
¡A disfrutarlo!







Como muestra, una de mis catadoras.


15 jun 2018

POLOS DE PLÁTANO Y CHOCOLATE (El helado que quiso ser polo)


EL HELADO QUE QUISO SER POLO.
 Iba a ser un helado. Un rico y cremoso helado de plátano.  Los plátanos sabían su final. Habían pasado ya la juventud, y casi al final de su edad adulta, estaban en ese momento en que, o pasaban de ellos y terminaban en la basura, o se procesaban para formar parte de otros combinados.  Se decidió esto último. Una decisión imprevista. No era el día, pero las circunstancias llevaron a ese lugar, a eses productos en cuestión. Dicho y hecho. Pronto se bañaron en un refrescante zumo de limón. Venía muy bien a esas horas de la tarde y con esos calores.  Más tarde recibieron la visita de la vainilla, dulce y seductora a la vez, presumida sabedora de su encanto;  ambos se abrazaron y mezclaron en un punto de amor. En realidad, el idilio se inició con un ligero almíbar; azúcar blanco granulado y agua. Un poco de calor, y tenemos ese líquido rubio, con cuerpo, brillante y aromático. Mientras se templa, y adquiere una temperatura más acorde con su elaboración, se incorpora la leche. Blanca, fresca, sencilla, sin altivez llega como una bocanada de aire fresco. Y ya sólo queda mezclar ambas preparaciones. El almíbar dorado, y la leche y los plátanos, ya en perfecta armonía. Juntos para siempre, pasan a compartir vivienda, en frío mejor. Y a mitad de camino, yo que últimamente practico la virtud de la paciencia, ésta me abandona y hago una mudanza. El calor aprieta, cada vez más. Me imagino la combinación del plátano y el chocolate, y acudo a él como compañero. Sé que se llevarán bien.  Unos moldes olvidados del año pasado, y la mitad la elaboración pasa a otra ubicación. 
Ingredientes

- 110 g de azúcar
- 150 ml  de agua 
- 1 limón
- 3 plátanos maduros, de esos que ya nadie come.
- 300 ml  de leche
- 1/2 cdta de vainilla en crema

Preparación:

1. Prepara un almíbar con el azúcar y el agua. Deja enfriar.
2. Machaca los plátanos y riega con el zumo del limón.
3. Incorpora el almíbar frío y la leche con la vainilla. 
4. Congela de 6 a 8 horas, pero batiendo de una hora en una hora, para romper los cristales.
Para los polos, prepara los moldes y a una parte, aún sin congelar, añade 2/cdtas cacao en polvo. Reparte en los moldes y congela.

22 feb 2018

AJOPOLLO con PATATAS (Receta Tradicional de Jaén, Granada y Almería)

Mi madre tiene una mezcla de cocina, que yo ya no sé si una comida que ella hacía era originaria de Jaén, de Granada, de Cáceres, de Málaga, o a saber de dónde.
Yo me he criado con unos sabores y olores, que siempre reconoceré, sobre todo, porque ella, estando en Bilbao, Granada, o Málaga, siempre ha utilizado, como base de nuestras comidas, el aceite de oliva virgen extra, y cuando podía, de la variedad picual. 
Pero claro, al vivir en Cáceres, San Sebastián, Bilbao, Granada y Málaga, su cocina ha estado muy influenciada por todos estos lugares, más lo que ella iba aprendiendo de vecinas, que antes, las recetas, se compartían de boca en boca. No había internet, no había posibilidad de adquirir libros y revistas, al menos los primeros años, los más duros.
Lo que sí sé es que mi madre siempre ha cocinado muy bien, y aunque a ella le pareciera que no, he aprendido mucho. Y sobre todo, a valorar la cocina hecha en casa, a fuego lento, con cariño, con mimo. Y la semilla que ella plantó, cuando nos ponía a mis hermanas y a mí a cocinar, en aquel tiempo en que yo prefería jugar en la calle, o salir con mis amigos..., aquella semilla sí arraigó, y sí creció. Y ahora, con el tiempo, valoro esos platos que rechazaba, y quiero rescatar a toda costa. 

Ahora estamos ambas, recuperando esas comidas de antaño. Sus recuerdos son escasos, pero como se acuerda más de lo más lejano, aprovecho eso, y lo que encuentro por internet, y ahí vamos tirando, poco a poco. Este plato es uno de ellos. La salsa la utilizaba mi madre en muchas otras recetas. Unas veces con almendras o sin ellas, con comino, con orégano; con vino blanco o sin él, según el plato que hiciera, así tenía uno u otro de sus ingredientes. Pero El pan, y el ajo, casi siempre estaban presentes.
Y vamos con el Ajopollo, que es muy fácil y está muy rico.

Ingredientes: Para dos personas

  • 2 patatas tamaño mediano,
  • 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • 2 dientes de ajo
  • Un puñado de almendras (10) sin piel
  • un trozo de cebolla (depende del tamaño)
  • 1 zanahoria no demasiado grande
  • 2 rebanadas de pan
  • 2 huevos,
  • Caldo de cocido o caldo de pollo, de 350 ml a 500 ml.
  • Sal, dos hebras de azafrán y una cucharadita de cúrcuma

Preparación:

  1. En una sartén echa el aceite, las almendras, los ajos pelados y la cebolla. Fríe a fuego medio bajo hasta que estén dorados. ¡Cuidado con las almendras, que como se tuesten mucho, amargan!. Saca y reserva.
  2. En el mismo aceite, echa las rebanadas de pan y frie. Saca también y reserva.
  3. Con el resto de aceite que quede en la sartén, rehoga las patatas y las zanahorias, ya peladas y troceadas. Las patatas, córtalas partiéndolas, cascándolas (tirar de la patata a medio corte, no cortar con el cuchillo), para que suelten el almidón y ligue bien la salsa.
  4. Mientras, en un mortero, machaca bien las almendras, el pan, los ajos y la cebolla, con una media cucharadita de sal y media de cúrcuma y las hebras de azafrán.
  5. Sigue rehogando las patatas y la zanahoria, y el majado lo disuelves un poco con caldo de pollo, que tendrás en una olla aparte. Vuelca las patatas y zanahoria sobre el caldo, el majado anterior y cuece unos 15-20 minutos, hasta que las patatas estén tiernas. Prueba de sal. 
  6. En los últimos minutos, casca dos huevos con cuidado, y escalfa en el caldo. A mí no me gusta muy caldoso, pero puedes dejarlo con un poco más de caldo.
  7. Sirve muy caliente, y a disfrutar, porque sencillo es, pero de sabor muy rico. Sabor tradicional. 
¡Ya verás, ya verás qué recuerdos! 





Dato:
Me preguntaba por qué se llama a esta salsa Ajopollo,si no hay pollo en ella.
Pues consultando internet, en varios sitios sugiere que era un "embuste" de las madres, para que sus hijos o hijas se comieran ese plato. Porque el pollo, recuerdo, era una carne que nos gustaba de pequeñas, y mientras buscábamos el pollo, que las madres decían que estaba debajo, íbamos dando salida al plato.
Por eso, antes, el plato se hacía con agua, o con el caldo del cocido que sobraba. Pero pollo, pollo, no había, que eran tiempos difíciles.